- Si la propuesta de la CE prospera, España mantendrá su soberanía para decidir cómo gestionar la especie, garantizando al mismo tiempo su conservación a nivel general
- Pese a que la aprobación no tendría un impacto para España, el voto negativo del Ministerio podría provocar que otros países de la UE no puedan gestionar la especie
La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que reconsidere la postura negativa respecto a la propuesta de la Comisión Europea de flexibilizar el estatus de protección del lobo y que plantee la posibilidad de apoyar la medida.
La votación, que tendrá lugar en el seno del Consejo de la Unión Europea previsiblemente la próxima semana, planteará si los Estados Miembros podrán gestionar al lobo con mayor flexibilidad, adaptando las medidas de conservación a las necesidades específicas de sus territorios, sin comprometer la protección de la especie. En este sentido, si la propuesta de la Comisión prospera, España mantendrá su soberanía para decidir cómo gestionar la especie, garantizando al mismo tiempo su conservación a nivel general.
La oposición de España a las propuestas de la Comisión Europea, expresada por su Ministerio, genera preocupaciones sobre la posibilidad de bloquear a aquellos países que enfrentan conflictos crecientes con la especie y desean gestionarla de manera más eficaz.
Para que la propuesta de la Comisión Europea de catalogar al lobo como especie “protegida” salga adelante, es necesario alcanzar una mayoría cualificada en el Consejo de la Unión Europea, lo que implica el apoyo del 65% de la población de la UE y al menos 15 Estados Miembros. Como ya se le comunicó a la RFEC en pasados encuentros con representantes del MITECO, la postura actual de España es de rechazo a la propuesta de la Comisión.
En una carta remitida a la ministra Teresa Ribera, la RFEC ha trasladado que, dada la creciente conflictividad en algunas regiones debido a la expansión de las poblaciones de lobos, sería beneficioso para la coexistencia entre el cánido y la ganadería que España considere una postura más flexible, lo que garantizará el equilibrio de las poblaciones y un estado de conservación favorable.
Además, la federación entiende que la oposición de España a las propuestas de la Comisión Europea, expresada por su Ministerio, genera preocupaciones sobre la posibilidad de bloquear a aquellos países que enfrentan conflictos crecientes con la especie y desean gestionarla de manera más eficaz.