Práctica cinegética
MÉTODOS DE CAZA
Los métodos en la práctica cinegética son los que aplica el cazador en cada caso dependiendo de la especie a cazar, el terreno, los medios auxiliares, las características singulares de la cacería, la época del año y paso de la temporada, así como de todas las demás variables que se conjugan en una acción de caza.
De esta forma, el ejercicio de la caza puede realizarse con:
Armas de fuego
Arco y flechas
Perros de caza
Cetrería
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MODALIDADES DE LA CAZA
Caza mayor
Es quizás la más ligada a nuestro país y la más antigua, de ahí que muchos la conozcan como montería española.
En ella y según el coto donde se realice se podrán cazar ciervos, muflones, gamos, zorros (especie de caza menor) y como no, la estrella de esta modalidad, el jabalí.Se delimita una zona a cazar, generalmente entre 250 y 600 ha, se colocan una serie de puestos o posturas en el perímetro de la zona marcada a cazar, que se denomina “mancha”, si la zona es extensa y el relieve lo permite también se colocará alguna línea de puestos atravesando la mancha, llamada traviesa.
Las líneas de puestos perimetrales se llaman“cierres”
Desde un extremo determinado o desde más de uno, se procede la suelta de las rehalas (perros) que, conducidas por sus respectivos perreros, batirán la mancha en diversas direcciones con el objetivo último de que las piezas de caza atraviesen las líneas de monteros o sean avistados por estos.
Se practica en toda España pero donde tiene más raíces es en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. Según las condiciones atmosféricas y la quietud necesaria en el puesto, esta modalidad requiere de la máxima atención, silencio y puntería por parte del montero.
El gancho, modalidad muy habitual en nuestros montes puede ser conceptuado como una pequeña montería practicada por unos pocos cazadores y con unos pocos perros.
En esta modalidad es el cazador el que sale al encuentro de la pieza, según la especie a cazar y la orografía del terreno, será necesaria la buena forma física del cazador.
Es una modalidad claramente selectiva (puedes elegir la pieza a cazar y tienes tiempo para observarla bien) La estrella de esta modalidad en España es sin duda el corzo.
Al igual que en la montería, en esta modalidad el cazador permanece en un puesto fijo, pero esta vez de noche y sólo un cazador en un puesto, generalmente en una zona de paso o donde se sabe que acude la especie de interés, normalmente jabalí.
La principal virtud del cazador en esta modalidad ha de ser la paciencia pues puedes llegar a estar toda la noche y no cazar nada.
Con paciencia y conocimientos sobre la especie, también se trata de una modalidad totalmente selectiva.
Esta es una modalidad en ciertos aspectos similar a la montería pero con diferencias claras que la caracterizan como distinta.
La batida se puede realizar tanto con perros como sin ellos y el terreno o monte suele batirse en una sola dirección. El terreno a batir suele ser menor que en la montería así como el número de escopetas.
En ocasiones, los perros son sustituidos por personas que haciendo ruido tratan de conducir las piezas hacia la línea de cazadores.
Jabalíes, zorros, lobos y ocasionalmente en algunas comunidades, venados, gamos o corzos, son las piezas habituales en la batida.
La cetrería es el arte de criar, amaestrar, enseñar y curar halcones y demás aves apropiadas para la caza de volatería.
Tuvo su origen en la altiplanicie asiática del norte del Mar de Aral varios siglos antes de Cristo. En España los antecedentes se remontan al siglo IX en Asturias.
Tras un largo período de decadencia su resurgir en nuestro país se debe a Félix Rodríguez de la Fuente, que logró despertar la afición de los españoles por esta modalidad de caza.
Se trata de un procedimiento de caza no masivo no sólo por el reducido número de practicantes, sino también porque las capturas son muy escasas.
Es también selectivo, ya que incide sobre todo en las especies con anomalías físicas.
En la actualidad los cetreros se nutren de ejemplares nacidos en cautividad y gracias a los cetreros se ha avanzado mucho en las técnicas de reproducción en cautividad y reintroducción al medio natural.
Por último, no debemos olvidar que es un instrumento idóneo para contribuir entre otros ala seguridad de los aeropuertos, ya que las rapaces ahuyentan las aves delas pistas.
La cetrería es sin duda un legado tradicional del patrimonio artístico y cultural de nuestra historia.
La cetrería es Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO
Caza menor
Esta modalidad es la que se practica por un grupo de cazadores abiertos en ala, y a una distancia equidistante, en muchas ocasiones ayudados por perros con el objeto de batir el terreno.
Cada mano está compuesta generalmente de una partida de entre dos y seis cazadores.
Es una modalidad tremendamente popular y muy común en nuestro país y es practicada para las diferentes especies de caza menor. Para practicar este tipo de caza hay que estar muy bien organizado y respetar al guía y a las alas, caso contrario podría resultar un verdadero fracaso.
Esta es una modalidad tradicional de la caza menor en nuestro país, practicada normalmente sobre la perdiz roja.
Se realiza sobre un terreno predeterminado, colocando los puestos o pantallas en disposición, normalmente semicircular.
Los ojeadores o batidores (en números de dos o tres por escopeta) se colocan en la dirección opuesta a la de las pantallas y también en semicírculos, avanzan hasta los puestos y profieren voces haciendo ruidos con el objeto de dirigirlas perdices levantadas hacia los cazadores, esta acción de ojear ha de realizarse de tal manera que se impida que las perdices se aplasten asustadas dando lugar a grandes concentraciones que, al arrancar el vuelo en grupo, darían un mal resultado al ojeo.
El objetivo es que las perdices rompan a volar de manera gradual y progresiva de forma que entren en los puestos de forma continua y”chorreada”.
Esta modalidad de caza es de las más selectivas que existen, como queda demostrado el hecho de que no se cace en época general, sino que se caza en unos determinados meses, lo que propicia la no entrada de todo el bando de perdices.
Para la caza de perdiz con reclamo hay que comenzar con la selección de la perdiz que se va a utilizar de reclamo, conocer sus diversos cantos y sonidos, cuidarla durante todo el año, pasándolo por los diversos utensilios (terrero y jaula), que se emplean para mantener el reclamo y prepararlos de un modo muy artesanal con mayor atención en el período de preparación para la caza.
Es la modalidad de caza menos lucrativa o mortífera, pues no en todos los puestos se tira, superando en más del 50% los puestos en los que no hay posibilidad ninguna de disparar sobre las perdices.
Entre las actividades cinegéticas llevadas acabo por el nombre, en nuestra península, desde tiempos muy remotos,difícilmente alguna puede superar el grado de emoción que a un cazador de puesto con reclamo de perdiz macho le proporciona esta modalidad tan apasionante, incomprendida ysacrificada.
Es necesario una voluntad de hierro, paciencia de anacoreta, cuidado constante y sacrificios sin límite, para, alguna vez, tener la oportunidad de vivir extasiado un corto momento, asistiendo como único invitado a un espectáculo indescriptible, testigo de una ceremonia de conquista amorosa, o de una guerra dialéctica y desafiante entre protagonistas de una misma especie, que luchan por defender su instinto, su hegemonía o su territorio.
Esta actividad no rompe el equilibrio ecológico, ni pone en peligro las poblaciones de la perdiz roja, sino que, por el contrario, en los cotos dedicados exclusivamente a ejercer esta modalidad, aumenta claramente su población.
Es importantísimo resaltar que la práctica de esta modalidad nunca se ejercita cuando la perdiz está dispuesta para la cría.En muchas ocasiones es la única modalidad capaz de eliminar ejemplares muy viejos y resabiados que no entran en los ojeos.
Se pueden practicar en puesto fijo y al paso.
Es esta una modalidad donde los puestos se colocan en barriles, barcas fijas y posturas entre juncos y malezas, sobre una superficie acuícola donde las aves tienen sus querencias naturales hacia comederos o lugares de refugio y sesteo.
Se practica a primera hora de la mañana y en las últimas de la tarde. Es habitual el uso de cimbeles, para atraer las piezas a las proximidades de los puestos, tanto vivos como artificiales.
En España se practican las tiradas de patos especialmente en las zonas cercanas a la Albufera valenciana, Doñana o Delta del Ebro, es una modalidad de una gran tradición y existen cotos importantes donde se alcanzan precios muy elevados.
Una vez colocados los puestos de la tirada se espera la entrada de las aves que en ocasiones son movidas desde los cañaverales.Esta modalidad también se puede realizar al paso, pero en este caso los cazadores se ocultan en los lugares querenciosos de las aves cuando entran o salen de sus comederos y dormideros, sobre todo al amanecer y al anochecer.
Otras modalidades
Cuando alguien intenta describir en pocas palabras lo que es la caza con arco, siempre recurre a los tópicos. Los trajes de camuflaje, la caza muy deportiva, la caza de alto nivel de esfuerzo, etc.
Pero en realidad, cazar con arco es cazar, y en eso no podemos diferenciar esta modalidad cinegética de otras. Un cazador puesto detrás de un rifle ó de un arco es en esencia…un cazador y este es el punto de partida. Seguramente la caza vista tras un moderno visor montado en un eficaz rifle puede sentirse tal vez, digamos más “predecible”.
La caza con arco y flechas requiere, tal vez, un proceso más laborioso de aproximación a la pieza. Esta capacidad de colocarse tan cerca ó de conseguir que la pieza se nos arrime hasta escuchar su respiración, es lo que verdaderamente satisface al cazador arquero.
La muerte siempre es el final perseguido, y en esto Ortega no apunta distintas maneras para los arqueros. Sin embargo un buen día de caza con arco, las más de las veces a nuestro pesar, no cumple con una pieza abatida, aunque el morral retorne lleno de sensaciones nuevas, viejas, atávicas, duras y siempre motivadoras.
Restos pictóricos del arte rupestre levantino, podemos apreciar datados en más de 5.600 años antes de Cristo. Las escenas no son muy distintas a las que ahora acometemos con arcos similares,pero las sensaciones seguramente son distintas.
Pocos segundos antes de que un arquero tenga su pieza delante de su arco,parecen retornar aquellos dones escondidos, perdidos en nuestra memoria ancestral y que, por un instante, sin haberlos estudiado afloran como aprehendidos. Es la magia del arco.
Acostumbrados a los utensilios de caza modernos, precisos, altamente eficaces y que nos facilitan la tarea,el arco es una forma nueva de cazar donde todo ó, al menos mucho está por aprehender, hay que sacarlo de nuestra memoria ancestral…..Buscarlo ya es, en sí, un placer.
Con el arco, la caza se torna una cuestión de distancias. Es una caza de contacto de extrema proximidad. Diez ó veinte metros es lo que delimita un lance de arco y, una vez allí colocado, toda la tecnología realmente sirve de muy poco.
Decimos algunos que cazar con arco es seguramente una de esas “ últimas fronteras”, no tanto por lejanas o pérdidas en los confines del mundo, sino por tener que acometer casi siempre en soledad y respaldado de…nada.La frontera está…dentro de nosotros. Nosotros somos el reto.Otras formas de caza, enfrentan a la especie cazada y a la del cazador. En la caza con arco, es la pieza concreta con sus atributos e instintos quien se enfrenta al cazador individuo. Todas las ventajas son de la pieza…y así debe de ser.
Invitamos a conocer y a disfrutar de esta forma antigua de cazar, tan moderna como ninguna pues requiere de una herramienta altamente poderosa: nuestro cerebro. Busca en tu Federación Territorial los muchos instructores que trabajan para dar a conocer esta forma de cazar. Muchos son los clubes que te acogerán en su seno y te transmitirán como en aquellas ancestrales tribus del levante peninsular los conocimientos simples, pero por ello trascendentes que harán que te enganches con la primera flecha disparada.
Se entiende por contrapasa el desplazamiento de las aves hacia los países del Norte en la época comprendida entre los meses de febrero a mayo. La caza de aves migratorias desde puesto fijo constituye una actividad tradicional en el País Vasco y especialmente en Guipúzcoa. En los lugares idóneos y año tras año ocupan el mismo lugar, admitiendo el alargamiento con nuevos puestos, pero nunca la ubicación de nuevos puestos por delante o detrás de la línea. El acceso a los puestos se realiza mediante sorteo entre los cazadores presentes a primera hora de la mañana al pie del monte que alberga los puestos.
La aplicación de la Directiva 79/409/CEE relativa a la conservación de las aves silvestres y la Ley 4/89 de 27 de marzo de Conservación de los Espacios Naturales supuso un importante revés para esa modalidad de caza al prohibir la caza de aves durante sus trayectos de regreso a los lugares de nidificación. Sin embargo, si comparamos las fechas de caza de la paloma torcaz en España con las de otros países europeos, nos encontramos con que en casi todos se caza la paloma torcaz durante un período mucho más amplio e incluso en algunos países durante todo el año. El número de capturas, en contrapasa, es muy escaso (una media de 181 palomas diarias en la temporada 1995), y además hay que tener en cuenta que el método empleado, es decir, la escopeta, es un procedimiento selectivo, ya que el cazador solo dispara sobre la especie permitida.
Por último, la población de paloma torcaz va en claro aumento, llegando a ser plaga en algunos países, por lo que no se justifica en absoluto la prohibición de cazar la paloma torcaz a partir del 31 de enero. Actualmente, la contrapasa es una modalidad cuya práctica está bajo prohibición por las leyes europeas. De hecho, es una de las líneas de actuación que la Real Federación está llevando a cabo en defensa de los intereses de los cazadores.
La modalidad de caza tradicional por excelencia en las Islas Canarias es el uso del podenco canario y el hurón. Se viene practicando en las Islas Canarias desde tiempo inmemorial y se ha mantenido intacta hasta la actualidad en su más puro estilo tradicional.
La orografía canaria, eminentemente volcánica, con piedras cortantes y punzantes, concavidades y huecos profundos que almacenan una temperatura muy superior a los 40 grados, hace indispensable sacar a los conejos de estas concavidades en las que encuentran un magnífico refugio.
La única manera de conseguirlo es mediante el hurón, cuya misión no es otra que desalojar al conejo de su madriguera. Por otro lado, es preciso localizar el agujero en el que se encuentra el conejo, y para ello, el podenco canario constituye el instrumento más idóneo.
Una vez localizada la pieza en su refugio volcánico, el perro comienza a mover la cola de forma frenética y empieza a ladrar, avisando al cazador de su hallazgo. Este sistema de caza combinado podenco-hurón constituye un método eficaz para el control de las poblaciones de conejo, que no tienen en Canarias otros depredadores naturales, evitando así el consiguiente daño a la agricultura canaria.
Es una modalidad de caza selectiva y no masiva practicada en la actualidad por unos 30.000 cazadores, existiendo aproximadamente unos 20.000 hurones criados en cautividad y alrededor de 60.000 podencos canarios.
Se trata de una modalidad de caza típica de las Islas Baleares en la que el hombre tiene una intervención mínima, ya que la función principal la realiza el perro.
El hombre se limita a dirigir al perro, que es el encargado de capturar los conejos y entregarlos vivos. El podenco ibicenco se basa en su fino olfato, oído e inteligencia para capturar los conejos. Utiliza enormes saltos de más de dos metros de altura que le permiten ver y oír al conejo, para luego capturarlo.
Es notable que, en lugar de perseguir al conejo, los perros cortan su paso. En esta modalidad, suelen utilizarse hasta seis perros. Generalmente, no ladran, a menos que en la persecución lleguen a visualizar la presa.
Esta modalidad se practica a caballo y con perros, en las noches de luna llena.
Los perros utilizados deben ser de rastro y agarre, y la caza se realiza persiguiendo al jabalí. Una vez que el animal ha sido atrapado, el cazador desmonta y, con un cuchillo, da muerte al animal.
Esta modalidad tuvo sus orígenes en Extremadura y desde allí se extendió a toda Andalucía.
La captura de pájaros para su adiestramiento al canto es una actividad que se ha practicado desde tiempos antiguos sin representar ningún peligro para el mantenimiento de las especies cuya captura está permitida.
Existen dos métodos autorizados para la captura: la red de suelo abatible de dos paños de 8 metros de longitud y el arbolillo artificial con liga de ajonje. Aunque la red es más común en la actualidad, la liga es un método más antiguo. Ambos métodos son inofensivos para las aves capturadas y selectivos, ya que permiten liberar inmediatamente a las especies no autorizadas.
La red de suelo, de paños abatibles, se construye de dos formas diferentes: la “red napolitana” de figura hexagonal, con tijereta y cabezal cerrado, y la “red española” de figura rectangular con dos tijeretas. El primero es más seguro, mientras que el segundo es más rápido. Ambas redes se cierran por la tracción que ejerce el aficionado sobre un tiro de cuerda desde su apostadero. En su interior, se colocan atrayentes como matreros de lentiscos, cardos para el jilguero o cenizos para el pardillo.
Junto a estas redes, se utilizan jarillas o cimbeleras, de las cuales cuelga un hilo de 30 cm. al que, mediante un mecanismo, se sujeta el chalequillo que portan los cimbeles. Los reclamos, estratégicamente colocados, cantarán al paso de sus congéneres, atrayéndolos. El aficionado accionará las jarillas con técnica para que los cimbeles vuelen de manera que los pájaros reclamos sean atraídos y caigan dentro del campo de acción de la red.
El “arbolillo” es un método tradicional de captura que, aunque requiere condiciones climatológicas específicas como temperatura suave y carencia de viento y lluvia, goza de gran popularidad. Fabricado en plástico con ramas plegables, se impregnan los espartos con una sustancia viscosa de ajonjera, pez rubia y aceite de oliva. El reclamo, de la misma especie a capturar, cuelga de una rama baja y atrae a los pájaros con su canto. Al posarse sobre los espartos, algunos perderán su capacidad de vuelo, y el aficionado recogerá y limpiará los pájaros sin dificultad.
Es importante destacar que el número de capturas permitido es muy limitado, ya que solo un número reducido de ejemplares son válidos para los concursos de canto.
Lancear un jabalí es una práctica tradicional de caza que se realiza a caballo, con perros especializados en cazar corto y en la caza de jabalíes. Los medios utilizados son garrochas de aproximadamente tres metros de longitud, terminadas en punta de lanza y cruceta.
Esta modalidad, conocida como “vaqueo”, era practicada hasta hace poco tiempo en el sur peninsular, principalmente en Andalucía, y se llevaba a cabo en lugares como el Coto de Doñana.
El lanceo del jabalí no es más peligroso que derribar una becerra, pero se requiere ser un consumado caballista y tener un profundo conocimiento del lanceo para llevarlo a cabo de manera segura y efectiva.
La modalidad tradicional de caza de zorzales en las Islas Baleares consiste en la construcción de una barraca desde la cual se atraen a los zorzales mediante el reclamo bucal. Este método ha sido empleado históricamente en la región para capturar estos pájaros.
La barraca proporciona un escondite estratégico y cómodo para el cazador, desde donde puede realizar el reclamo bucal para atraer a los zorzales. El reclamo bucal implica imitar los sonidos característicos de los zorzales para atraerlos y acercarlos al lugar de caza.
Esta modalidad no solo se centra en la caza, sino que también destaca por el uso de técnicas de atracción y la construcción de estructuras específicas para la actividad. Es una forma tradicional de caza que ha perdurado en el tiempo en las Islas Baleares.
La modalidad tradicional de caza de zorzales en las Islas Baleares involucra el uso de redes totalmente selectivas que están enganchadas a dos largas cañas, cada una de aproximadamente siete metros de longitud. Estas redes se colocan estratégicamente en un paso de zorzales.
La caza se lleva a cabo de manera selectiva, ya que las redes están diseñadas para atrapar específicamente zorzales. En caso de una captura accidental de otra especie de ave, se procede a liberar al animal, dado que estas redes son selectivas y permiten liberar sin causar daño a las especies no deseadas.
Esta modalidad destaca por su enfoque selectivo y por respetar la conservación de otras especies, contribuyendo así a la sostenibilidad de la actividad de caza en las Islas Baleares.
El cazador ha de ir siempre un poco hambriento, pues el hambre agudiza los sentidos.
«Un viejo que leía novelas de amor» (1989), Luis Sepúlveda