El presidente de la RFEC ha comparecido ante la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad donde se debate el proyecto de Ley de Bienestar Animal y la reforma del Código Penal
Gallardo ha recordado que este tipo normas son “absolutamente incumplibles” y que si vieran la luz tal y como están planteadas “la caza desaparecería”
El presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC), Manuel Gallardo, ha defendido en el Congreso de los Diputados la necesidad de excluir a la actividad cinegética del proyecto de Ley de Derechos de los Animales “porque de lo contrario, la caza desaparecía”. Gallardo ha comparecido ante los miembros de la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad donde se está debatiendo un texto que ha recibido hasta 657 enmiendas de todos los grupos políticos.
El presidente ha rechazado que la Comisión haya impedido la participación de muchas organizaciones “que podrían arrojar más luz al debate de enmiendas”, y que las mismas se realicen una vez que ya se ha cerrado el plazo de presentación de enmiendas ya que “desvirtúan el debate y su utilidad para mejorar la Ley”. En este sentido, el presidente federativo ha enfatizado en su comparecencia que representa a más de 337.000 federados siendo la RFEC, “una de las organizaciones civiles más grandes de España, heterogénea, apartidista y seguramente con más militantes que cada uno de los partidos que nutren a los diferentes grupos de esta cámara”.
Gallardo ha cuestionado que el Proyecto de Ley continúe su tramitación a pesar del gran rechazo social que se demostró contra esta norma el pasado 20 de marzo, “cuando una marea naranja de cientos de miles de personas, en su inmensa mayoría cazadores y cazadoras, llegadas desde todos los puntos de España, exigieron la retirada de las leyes animalistas. Se ha tratado de vender que el debate es bienestar animal sí, bienestar animal no, y esa no es la cuestión. Nadie está en contra del bienestar animal y mucho menos los cazadores”, ha señalado.
80 NORMAS DE PROTECCIÓN ANIMAL
El Presidente ha recordado que a pesar de los bulos, “actualmente existen 80 normas, entre leyes orgánicas, leyes ordinarias, reales decretos o legislación autonómica donde se regula el bienestar y la protección de los animales, por lo tanto, no es cierto que existe esta desprotección. Nadie está en contra del bienestar animal y mucho menos los cazadores”. Por ello, ha defendido la necesidad de entender que “no todos los perros son iguales, porque no es lo mismo un chihuahua que duerme en un piso de Madrid, que un mastín en una de León, porque no son iguales sus necesidades”.
Gallardo ha enumerado todas las cuestiones a las que afectaría la Ley como la prohibición de criar si no estás registrado; la posible declaración de la perdiz roja como animal de compañía con la que desaparecería el reclamo o las repoblaciones; la obligación de integrar a los perros en el núcleo familiar, o no someterlos a prácticas que puedan causarle daño. “Éstas y otras obligaciones son incumplibles por el sector cinegético y ponen en peligro la continuidad de la caza en nuestro país”.
“Artículos como el 70 harían inviable la grabación y divulgación de reportajes de caza, pesca y naturaleza en medios de comunicación y redes sociales, lo que vulneraría un Derecho Fundamental a comunicar y recibir una información veraz tal y como se recoge en el artículo 20 de la Constitución”, ha explicado igualmente el presidente de la RFEC.
REFORMA DEL CÓDIGO PENAL
Por último, Gallardo ha rechazado la reforma del Código Penal donde se agravan las penas por maltrato, “donde resulta improcedente la ampliación de la protección que se plantea a todos los animales vertebrados sin ningún tipo de discriminación. Que todas las lesiones que se puedan causar a un animal, de cualquier tipo, sea un ilícito penal, es injustificado. Y las actividades reguladas que quedan fuera de la norma como excepción, que se establecen de una forma indeterminada, propiciará interpretaciones peligrosas para la caza”.
Por ello, ha denunciado que estos proyectos legislativos obedecen, en definitiva, “a una ofensiva animalista que ha encontrado el camino para imponernos su particular ideología, a través del imperio de ley. Hablamos de una minoría en este país, que intenta implantar un nuevo modelo social en el que los animales ocupen un espacio que no les corresponde, por las propias leyes de la naturaleza y por nuestra propia supervivencia, la de los seres humanos”.
Apelando al sentido común de los diputados, Manuel Gallardo ha mostrado su convencimiento de que las enmiendas que excluyen a la caza y otras muchas de diferentes grupos parlamentarios, “se abrirán paso frente a la dictadura animalista, frente a la sinrazón de ideólogos de un mundo donde solo prevalezca su voluntad, sometiendo a quienes no piensen como ellos, no hagan lo que ellos, o no coman lo que ellos”.